Hace mucho tiempo que se comenzó a aprovechar el efecto conservante de la sal. La conservación de la comida es una de las técnicas más antiguas e importantes que ha inventado el hombre. Antes de la aparición de las técnicas actuales de enfriamiento y conservación, los únicos métodos de curación existentes consistían en el secado al aire libre, el secado en un horno, asar, ahumar o salar.

Los cazadores y recolectores del Paleolítico ya debían de saber cómo conservar comida. Ser capaz de almacenar alimentos evita la dependencia estacional y hace que la comida esté disponible en momentos en que no es posible recolectar, sacrificar animales o cazar. Añadir sal fue uno de los métodos más eficaces para curar comida y poder transportarla a grandes distancias.