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Vikingos, a por el premio Obra Del Año 2017
14 marzo, 2017
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En el MARQ vamos a echar de menos a los Vikingos. Nosotros y los 101.180 amigos que los han visitado. Vamos a echar de menos el ambiente que aún hoy respiramos en nuestras tres salas temporales con su olor a madera, a brisa marina, a hogueras y a piel recién curtida. Ya extrañamos la música que evoca largas jornadas en alta mar y sangrientas conquistas, tanto como el descanso de los guerreros alrededor del fuego y el recogimiento ante sus dioses.

Esta exposición nos ha acercado a los vikingos y descubrir un sinfín de facetas desconocidas para la mayor parte de nosotros. Resulta que eran aventureros y despiadados en sus saqueos, pero también meticulosos artesanos y expertos en el cultivo de la tierra, en la cría de ganado y grandes estrategas en el arte de la guerra. Gracias al paso de los vikingos por el Marq sabemos, por ejemplo, que el bluetooth de la tecnología inalámbrica de hoy, lleva el apellido de un gran rey vikingo, Harald Blatan, Harald Bluetooth o Harald Dienteazul, conocido por unificar en su reinado a las tribus vikingas danesas y noruegas bajo la religión cristiana.

El Marq no volverá a ser el mismo sin la majestuosa Piedra de Jelling, el “certificado del nacimiento de Dinamarca”, erigida para proclamar el bautismo del rey y el establecimiento del cristianismo como religión oficial de Dinamarca. Ni sin la poderosa Valkiria, sí esa maravilla diminuta que representa a las amazonas que cabalgaban por aire y por mar con armaduras relucientes y ayudaban a los guerreros en las batallas. Sirviendo a Odín como mensajeras y cuyas armaduras al cabalgar en la noche provocaban con su brillo el fenómeno conocido como aurora boreal, hermosas bandas de colores centelleantes que se pueden ver en el cielo claro a altas latitudes.

 

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En palabras de la comisaria de la exposición Vikingos y Omeyas, que daba cuenta de la presencia vikinga en nuestra tierra, Teresa Ximénez, “detrás de una muestra como Vikingos hay mucho trabajo y una amplia colaboración científica, el seminario de Vikingos ha sido uno de los más importantes que se han organizado en España en esta materia y de él se van a derivar varios artículos a publicar en revistas de gran prestigio. El equipo técnico danés ha demostrado una gran profesionalidad y hemos aprendido muchísimo de ellos; la colaboración ha sido fluida, agradable y muy amistosa; y tanto los días que yo pasé allí como los que ellos han pasado aquí han sido extraordinarios. En cuanto a Vikingos y Omeyas, creo que ha sido la gran sorpresa de la exposición y estoy muy satisfecha del resultado que ha dado un espacio pequeño pero tan contundente. Ha sido un trabajo durísimo pero muy gratificante, numerosos colegas de universidad y técnicos de museo han venido a visitarnos y nos han dado la enhorabuena por considerarla una de las mejores exposiciones que hemos hecho en el Marq en mucho tiempo”.

Nos abandona esta cultura mágica y fascinante. Los vikingos emprenden la marcha hacia Portugal para conquistar la capital lusa. Pero en cierto modo, los guerreros del Norte no se irán nunca del Marq. Formarán parte para siempre de la historia del museo. Y su legado, en sólo diez meses, ha sido transmitido a más de 100.000 personas. Gracias por vuestra visita, Gigantes del Mar.

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