Alicante se reivindica como primera Denominación de Origen en un congreso internacional que recupera la memoria del vino como herramienta de futuro

  

El congreso ha visibilizado el papel determinante del vino en Alicante, reivindicando su lugar frente a las regiones vinícolas más importantes del mundo.

Las investigaciones sobre “Alicante 1510”, presentadas durante el Congreso, justifican a Alicante como la primera Denominación de Origen del mundo.

Mirar al pasado para enfrentar los desafíos del futuro. Bajo esa premisa, y enmarcada en su capitalidad gastronómica 2025, Alicante reivindica su riquísimo patrimonio vitivinícola a través del congreso internacional “Alicante, capital histórica del vino en el mediterráneo”.

Una verdadera memoria del vino que defiende su merecido espacio protagonista a lo largo de los siglos, tanto a nivel cultural como socioeconómico, y que se ha articulado en una poderosa agenda de actividades en torno al vino que han convertido la ciudad, del 29 al 31 de octubre, en su centro neurálgico e histórico.

Así, durante tres días, el MARQ, Museo Arqueológico de Alicante ha servido de exitoso punto de encuentro de los más relevantes expertos, llegados de las más diversas regiones vitivinícolas del mundo. Desde Armenia, Egipto, Georgia, Italia, Alemania, Hungría o Francia, hasta diferentes puntos de la península ibérica, han ensalzado y dado a conocer a los más de un centenar de asistentes al simposio, entre público presencial y online, la historia milenaria del vino y todo lo que ha significado y significa para la sociedad. Las presentaciones han sido grabadas y serán publicadas próximamente.

La historia del vino se escribe en el Mediterráneo

Sin duda el Mediterráneo es el mar del vino, un mar que vertebra en sus orillas una riqueza y diversidad sin igual. Un flujo de intercambio natural a través del Mare Nostrum que en este congreso ha querido replicarse y potenciarse, siendo un lugar de encuentro para compartir conocimientos y experiencias, para así definir y afrontar los desafíos y oportunidades del vino en el futuro, siempre desde la investigación y la formación.

Durante dos días, los principales expertos en historia y arqueología del vino han divulgado sus últimos descubrimientos y puesto en común sus investigaciones, desde aquellas que, gracias a la colaboración de disciplinas como la arqueología y la química biomolecular y la genética, están desentrañando el origen y cómo fue extendiéndose desde Caucasia a Oriente Próximo y la cuenca mediterránea, hasta ese carácter casi divino con el que surge y que le ha vinculado desde siempre a la religión, a lo ritual y mágico y que, sin duda, es parte esencial de la importancia que ha tenido en las sociedades a lo largo del tiempo.

Así, entre muchos otros hallazgos, pudimos descubrir el lagar más antiguo del mundo, encontrado en Armenia, en la cueva Areni-1; conocer más sobre el vino embotellado más antiguo, la botella de Speyer; viajar hasta Pompeya, donde se ha descubierto el vino tinto en estado líquido más antiguo del mundo o adentrarnos en la riqueza vínico-arqueológica del yacimiento de Carmona (Sevilla). El patrimonio local también tuvo su presencia a lo largo de diversas ponencias del congreso y en el acto de bienvenida, que se ofreció dentro del yacimiento de la Illeta dels Banyets en Campello, en donde se ubican lagares de época fenicia.

Un impresionante pasado vinculado con el vino que ha seguido vivo, siglo tras siglo, a lo largo y ancho de toda la provincia alicantina, con la diversidad y sostenibilidad de su viñedo y sus fondillones, unos vinos únicos que viven al margen del tiempo; o los que han surgido tras las recientes investigaciones de “Alicante 1510” y que son la expresión presente de la historia y los valores mediterráneos.

Catas históricas en enclaves llenos de historia

El congreso se ha complementado con una serie de catas extraordinarias, a cargo de algunos de los comunicadores más importantes del mundo del vino, y que han tenido lugar en tres lugares emblemáticos de la ciudad: el Castillo de Santa Bárbara, la Casa Mediterráneo y la concatedral de San Nicolás.

La primera de las catas, que tuvo lugar el 29 de octubre, corrió a cargo de la prestigiosa Master of Wine inglesa Sarah Jane Evans, que, bajo el sugerente título de Catando la Historia y en el inmejorable escenario de los salones del castillo de Santa Bárbara, realizó un viaje líquido por los vinos del Mediterráneo que son parte de su historia; clásicos elaborados con variedades como malvasía, moscatel, roditis, kisi, merwah llevados a estilos profundamente mediterráneos, con procedencias tan distintas como Grecia, Líbano, Georgia, Armenia o Alicante. “He buscado vinos de un estilo muy clásico, elaborados con variedades históricas o que supusieran una renovación en la zona -señaló Evans- porque es muy difícil encontrar vinos como los que se hacían hace siglos: desde vinos en ánfora, hasta la recuperación de estilos tan propiamente mediterráneos como los retsina o los vinos de pasas”.

El jueves 30 de octubre, fue el día dedicado a los Jóvenes con Historia. Beth Willard (catadora del equipo de Tim Atkin MW, jurado y copresidenta de los Decanter World Wine Awards) y María José Huertas, sumiller que ha escalado en la comunicación del vino desde su trabajo con Paco Roncero en el Casino de Madrid, escogieron la Casa Mediterráneo para acercar la visión que las nuevas generaciones están aportando a los perfiles del vino mediterráneo. Las dos grandes comunicadoras, que nunca antes habían realizado una cata conjunta, mostraron una perfecta armonía a la hora de ir desgranando este viaje por la “cara más moderna del Mediterráneo”, en una apuesta por vinos de corte actual, pero con un pie en el pasado de su región, con los que recorrimos países tan diversos como Bosnia y Herzegovina, Sicilia, Georgia, Croacia… pero también el Penedés, Mallorca o Alicante.

El broche final llegó el viernes 31 de octubre, de la mano de Ferran Centelles (Drinks Manager de ElBulliFoundation) y Pedro Ballesteros MW, dos de los mejores comunicadores actuales del vino, quienes, en el espectacular claustro de la concatedral de San Nicolás, buscaron la esencia y la verdad del Fondillón: In Fondillón, Veritas. Así, Centelles y Ballesteros sacaron a la luz una selección de algunas de las joyas que se atesoran en las cavas más particulares de las bodegas del Vinalopó, resignificando toda la “humanidad” y simbología de los Fondillones alicantinos en una cata que comenzó con una visita privada al templo y una demostración de la potencia de su órgano del siglo XV. Como señaló Centelles, fue “una oportunidad única para probar casi todos los fondillones que se producen en una sola cata”, destacando del fondillón que es “un producto mágico, del que no existe otro igual en el mundo, porque es un vino oxidativo, algo rarísimo, diría yo que un milagro; un vino de meditación, de complejidad y por eso la Concatedral fue el lugar perfecto”.

La cita también ha servido para mostrar las investigaciones sobre “Alicante 1510” que justifican a Alicante como la primera Denominación de Origen del mundo, gracias a “la existencia de un territorio delimitado, un estilo concreto de enología y vinos, un prestigio de marca desde el siglo XII (con registros, medidas de control y otra serie de protocolos) que se adelanta doscientos años a las fechas de Oporto. Una investigación que quedó avalada por la detallada presentación de José Luis Menéndez, director del simposio y arqueólogo y técnico de exposiciones del MARQ.

“Alicante, capital histórica del vino mediterráneo” ha puesto de esta manera en valor el pasado de riqueza incalculable del vino alicantino, mostrando el brillante momento de recuperación de memoria y respeto que viven sus vinos. Una firme propuesta de la DOP Vinos Alicante que se muestra como herramienta esencial para afrontar todos los desafíos que depara el momento actual, desde la historia, hacia el futuro.

VA